jueves, 13 de marzo de 2014
miércoles, 12 de marzo de 2014
C R E C I M I E N T O P O S T R A U M Á T I C O Y C O N S T R U C C I Ó N D E S E N T I D O
E N L A A D V E R S I D A D
Paulo
Daniel Acero Rodriguez
Algunos de
los avances teóricos sobre el
concepto de resiliencia, se pueden relacionar con el concepto
de
Crecimiento Postraumático, al entender la resiliencia como la
capacidad no sólo de salir indemne de una experiencia
adversa sino de
aprender
de ella
y mejorar.
El concepto de
Crecimiento Postraumático, de
acuerdo a lo propuesto por Calhoun y Tedeschi
(1999), hace referencia
al
cambio positivo que un
individuo experimenta como resultado del proceso
de
lucha que emprende a partir de la vivencia de un suceso
traumático.
Vera Poseck,
Carbelo
y Vecina (2006) han precisado que
“...para la corriente
americana, este
concepto,
aunque
está
estrechamente relacionado
con otros como Hardiness o
resiliencia
no es sinónimo
de ellos, ya
que, al hablar de crecimiento postraumático no sólo se hace
referencia a que el individuo enfrentado a una situación traumática consigue sobrevivir y
resistir sin sufrir trastorno alguno, sino que además la
experiencia
opera en él un
cambio positivo que le lleva a una situación mejor respecto a
aquella
en la que se encontraba antes de ocurrir
el suceso (Calhoun y Tedeschi, 2001). Desde la perspectiva francesa, sin embargo, sí serían equiparables crecimiento postraumático y resiliencia”.
Cambios
psicológicos
positivos
y crecimiento
personal más allá de
los
niveles previos de
funcionamiento, son algunas
de las
características que describen el
fenómeno que se ha denominado Crecimiento Postraumático.
Tedeschi, Park y Calhoun (1998) han identificado 5 resultados
de
Crecimiento Postraumático
a
saber:
• Incremento en la apreciación del valor
de la vida
• Sentido de que la
vida brinda nuevas
posibilidades
• Incremento de la Fortaleza
personal
• Fortalecimiento de
las relaciones
personales, especialmente con los más
cercanos
• Cambios espirituales positivos.
De manera más reciente, se ha propuesto que el
Crecimiento Postraumático puede ser
visto como
un estilo de afrontamiento así como un resultado
del
afrontamiento positivo (Affleck
y
Tennen,
1996). Por su parte Zoellner y Maercker (2006),
en una aproximación
crítica y comprensiva al
concepto de Crecimiento Postraumático,
identificaron 4 modelos que son usados para
su consideración:
1 Muchos autores señalan el
rol significativo de construir
significado en
el
afrontamiento de la experiencia traumática, en este sentido la atención se focaliza
en
construir una respuesta
que
le de sentido
a la
pregunta ¿Por qué paso
esto?
2 Park y Folkman (1997) citados por Jackson (2007) distinguen entre construcción de
significado situacional y global, esto es
que
una experiencia traumática específica puede llevar a la persona a reevaluar su apreciación global de
las
creencias que soportan
su vida.
3 El tercer
punto
de
vista, considera al Crecimiento
Postraumático
como un proceso interpretativo, en el que la persona
procesa la
información de lo que le ha sucedido,
reinterpretando la experiencia como
un
suceso que hace emerger las capacidades
de afrontamiento
4 El último modelo, asume al Crecimiento Postraumático como un
elemento de visualización positiva en el cual, los sucesos adversos, se
asimilan como factores que ayudan para
que
la persona desarrolle estrategias nuevas
y mas sanas de
afrontamiento en ocasiones
posteriores
En un análisis
más profundo
sobre los términos
relacionados, puede decirse que las teorías que defienden la posibilidad de un crecimiento o aprendizaje postraumático permiten
considerar
que, de alguna manera, la
adversidad puede, en no pocas ocasiones,
no solo traer
efectos traumáticos a
las
personas, sino que ella
misma,
puede provocar que en las
personas emerjan procesos cognitivos
de adaptación trayendo como resultado no sólo que se modifiquen las visiones
de
uno mismo,
de
los demás y del mundo,
sino que, incluso,
se produzca
la convicción de que uno es mejor de lo
que
era antes del
suceso. En
ese sentido, Calhoun y Tedeschi precisan que el crecimiento
postraumático tiene un lugar mas prominente desde la cognición que desde
la emoción (Calhoun
y Tedeschi, 2001).
Calhoun y Tedeschi
(2001), han propuesto que el
crecimiento postraumático que pueden experimentar las personas luego
de
afrontar un
evento
adverso,
puede dividirse en tres
categorías a saber:
cambios en uno mismo,
cambios
en las
relaciones
interpersonales y
cambios en la espiritualidad y en la filosofía de
vida.
Sobre los cambios en uno mismo, los autores
apuntan
que, después
de experimentar un evento adverso, muchas de las personas
manifiestan experimentar
un
notable aumento
de confianza en las propias
capacidades para
afrontar cualquier
adversidad que pueda sobrevenir en
el
futuro. Vera
Poseck y cols (2006) manifiestan
al respecto que
“...este tipo de
cambio puede encontrarse
en aquellas personas
que,
por
sus circunstancias, se han visto sometidas a roles
muy estrictos u opresivos en el
pasado
y
que a raíz de
la
lucha
que han
emprendido contra la experiencia traumática han
conseguido oportunidades
únicas
de redireccionar su
vida”.
En lo que tiene que ver con los cambios en las
relaciones interpersonales, Calhoun y Tedeschi (citados
en Acero, 2008) reportan, con
base
en sus investigaciones, que muchas personas han
encontrado un marcado
fortalecimiento de sus redes sociales a partir de la vivencia de una experiencia traumática y, de manera particular, en
el
caso de algunas
familias y parejas
que han vivido situaciones, resaltan que ellas
concluyen sentirse más unidas ahora que antes del suceso. Nuevamente, al respecto, Vera Poseck y
cols (2006) refieren
que “...en un estudio realizado con un grupo
de
madres cuyos hijos recién nacidos sufrían serios trastornos médicos, se mostró que un 20% de estas mujeres decía
sentirse más cerca de
sus
familiares que antes y que su relación se
había
fortalecido (Affleck,
Tennen
y
Gershman, 1985). Por
otro
lado, el
haber hecho frente a una experiencia traumática
despierta en
las
personas sentimientos
de compasión y empatía
hacia el
sufrimiento de
otras personas y
promueve conductas de ayuda”.
A continuación, sobre la tercera
categoría
propuesta
por
Calhoun y Tedeschi (1999), sobre los
Cambios en la espiritualidad y
en la
filosofía
de
vida, los autores manifiestan que las experiencias traumáticas tienden
producir una transformación radical en lo que tiene que ver
con
las ideas y concepciones
relacionadas con la parte moral, la espiritualidad y los valores. De manera particular, la experiencia propia, en el trabajo
con
padres cuyos hijos han muerto o con
personas
que
han vivido el secuestro o
han sufrido amputaciones por la explosión de minas
antipersona en Colombia, nos ha permitido ver
que, a pesar de que el
área espiritual es una de las áreas en que las personas mas se ven confrontadas, a su vez es en la que mas se reportan
cambios con el tiempo, pues
las personas suelen reconsiderar su escala inicial de valores y aprenden a ver la vida en un sentido más trascendente.
Vera Poseck
y
cols (2006) afirman
algo
que parece trascendental
sobre el crecimiento
postraumático y es que, independiente de lo
que se ha mencionado, “Las personas que
experimentan crecimiento postraumático también suelen experimentar
emociones negativas y estrés (Park, 1998).
Se ha encontrado que,
en muchos casos, sin la presencia
de
las emociones
negativas el crecimiento
postraumático no
se produce (Calhoun y Tedeschi, 1999).
La experiencia de crecimiento no elimina el dolor ni
el
sufrimiento, de hecho suelen coexistir (Park,
1998, Calhoun y Tedeschi, 2000). En este orden de ideas, es importante resaltar que el
Crecimiento Postraumático
debe ser entendido siempre como un constructo multidimensional, es decir,
el
individuo puede experimentar cambios positivos en
determinados dominios de su
vida y no experimentarlos
o experimentar cambios
negativos en otros dominios”. (Calhoun,
Cann, Tedeschi
y McMillan, 1998, citados por Vera Poseck
y cols, 2006).
En aras de una mejor comprensión de lo
aquí
expuesto, a
continuación presentamos una
comparación de
los conceptos de Resiliencia y Crecimiento Postraumático:
En primer lugar, la Resiliencia se concibe como
una característica preexistente al evento traumático o a la situación altamente estresante. Dado o anterior, la
resiliencia puede concebirse como la
habilidad para recuperarse o regresar al
nivel de funcionamiento que tenia
el
individuo antes que la adversidad se presentara o que, pasado el evento adverso, la persona presente mínimas reacciones
psicológicas que
puedan considerarse
insanas. En pocas palabras,
los individuos resilientes tienen
altos niveles
de fortaleza emocional des pues del suceso adverso.
Rice & Groves (2005) han descrito algunos
factores
que se asocian a
la resiliencia:
• Amplias herramientas comunicativas,
habilidades cognitivas y habilidades
para
resolver problemas.
• Creencias positivas acerca de sí
mismo y del futuro
• Habilidad
para autoregular
los comportamientos
• Capacidad para
pedir ayuda a
otros
• Círculo familiar estable
• Experiencias escolares positivas
• Consistente ambiente familiar donde existen
rutinas y se da lugar
a los rituales y tradiciones
que generan identidad
• Fuerte identidad cultural
Por otra parte, en
lo que tiene que ver con el
Crecimiento Postraumático, este puede
entenderse como una
característica que se
desarrolla como resultado del aprendizaje que hace el individuo a partir de la exposición al trauma o crisis. El
Crecimiento postraumático se
hace evidente a través de
muchos
comportamientos
claramente definidos y patrones de pensamiento que no
estaban
presentes de manera previa a
la ocurrencia del evento adverso (Turner y Cox; 2004 en Tedeschi y Calhoun, 2004). Los comportamientos y
características personales que podrían asociarse a la
experiencia
de crecimiento Postraumático son, entre
otros, (Tedeschi y Calhoun,
2004;
Acero 2008):
• Experimentar mayor compasión
y empatía por otros, después del trauma o la pérdida personal.
• Incremento en
la capacidad de ajuste y flexibilidad ante situaciones adversas
• Mayor madurez psicológica y emocional en
relación con otras personas en
el mismo rango de edad
• Más profunda comprensión y valoración de
la vida, en comparación con sus
pares
• Más profunda
comprensión y apreciación de los valores personales,
proyecto vital
sólido y
sentido de
vida
• Mayor valoración de las relaciones
interpersonales
• Sentido de
vida trascendente
• Reestructuración del
orden de
prioridades vitales
(prima más el ser que
el tener).
Para finalizar, es importante recalcar que, al igual que se mencionaba
en torno
a la resiliencia, sobre la experiencia del
Crecimiento
Postraumático también se debe
comprender que, esta no
es
una experiencia que pueda llamarse universal y que
no todas las personas que pasan
por una experiencia traumática señalan haber
obtenido beneficios y crecimiento personal
a partir de
su vivencia.
El trabajo que pueden hacer
las personas
al interior de
un proceso terapéutico, implica por
lo tanto
un reconocimiento de sus
emociones,
una
integración de las mismas a
la estructura
personal y la puesta en acción de adecuadas
estrategias de afrontamiento
que
le permitan proyectarse al futuro y
crecer como seres
humanos al no
tomar
la
adversidad
como un
enemigo sino como un maestro de la
vida. Esta
perspectiva, llevara al
Crecimiento Postraumático
y, en consecuencia a vivir la
vida en un más armónico equilibrio emocional teniendo en
cuenta que más importante que lo que nos
sucede, es la manera como afrontamos aquello
que nos
sucede.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)