REACCIONES NORMALES EN EL DUELO NO COMPLICADO
J. William
Worden
El duelo normal o duelo no complicado abarca
un amplio rango de sentimientos y conductas que son normales después
de una pérdida.
Las características sintomáticas del duelo normal o agudo son:
·
Algún tipo de malestar somático o corporal
·
Preocupación por la imagen del fallecido
·
Culpa relacionada con el fallecido o con las circunstancias de la
muerte
·
Reacciones hostiles
·
Incapacidad para funcionar como lo hacía antes de la pérdida
·
Parecen desarrollar rasgos del fallecido en su propia conducta
Debido a que la lista de comportamientos normales en un duelo es tan extensa y variada, estas conductas se pueden describir divididas en cuatro categorías generales: sentimientos, sensaciones físicas, cogniciones y conductas.
MANIFESTACIONES
DEL DUELO NORMAL
EMOCIONES Y SENTIMIENTOS
Tristeza. Es el sentimiento más común, en las personas en duelo. A menudo a través de la conducta de llorar.
Enfado. Puede
ser uno de los sentimientos más desconcertantes para el superviviente, está en la base
de muchos de los problemas del proceso de duelo. El
enfado proviene de dos fuentes:
- Una sensación de frustración ante
el hecho de que
no había nada
que se pudiera hacer para evitar la muerte
- Una especie de experiencia regresiva que
se produce después de la pérdida de
alguien
cercano.
En la pérdida de cualquier persona importante
hay una tendencia a la regresión, a sentirse desamparado, incapaz de existir sin esa persona y luego a experimentar enfado y ansiedad.
El enfado que experimenta la persona en duelo se ha de identificar
y dirigir apropiadamente hacia el fallecido para que lleve a una conclusión
sana. Muchas veces se controla de formas menos eficaces,
una de las cuales es el desplazamiento, o sea dirigirlo hacia otra persona y culparla de la muerte. La gente culpa al médico,
al director de la funeraria, a los miembros
de la familia, a un amigo insensible y a Dios.
Una de las desadaptaciones más peligrosas del enfado es la postura de dirigirlo hacia adentro, hacia el
sí mismo.
Culpa y autorreproche.
Culpa por no haber sido suficientemente amable, por no
haber llevado a la persona al hospital antes,
y cosas por el estilo. Normalmente
la culpa se manifiesta
respecto a algo que se ocurrió o algo que se descuidó
alrededor del momento de la muerte. La mayoría de las veces la
culpa
es irracional y se mitigará
a través de la confrontación con la
realidad.
Ansiedad. Puede
oscilar desde una ligera sensación de inseguridad a fuertes ataques
de pánico y cuanto
más intensa y persistente sea la ansiedad más
sugiere una reacción de duelo patológica. Proviene normalmente de
dos fuentes:
- Los supervivientes temen
que no podrán cuidar de
sí mismos
solos.
- La ansiedad se relaciona con una conciencia más intensa de la sensación de muerte personal.
Soledad. Particularmente los que han perdido al cónyuge y que solían tener una estrecha relación en
el día a día.
Fatiga. A veces se puede experimentar como apatía o indiferencia.
Impotencia. Se presenta a menudo en las primeras fases de la pérdida. Las viudas en particular se sienten muchas veces extremadamente impotentes.
Shock. Muy a menudo en el caso de las muertes repentinas. Pero a veces, incluso cuando la muerte es esperada, cuando se produce a consecuencia de una enfermedad progresiva y
deteriorante al recibir la
llamada telefónica, el superviviente experimenta el
shock.
Anhelo. Particularmente entre las viudas.
Emancipación. Puede
ser un sentimiento positivo.
Alivio. Sobre
todo si ese ser sufrió una enfermedad larga o particularmente dolorosa. Sin embargo,
normalmente
a esta sensación de alivio le acompaña una sensación
de culpa.
Insensibilidad. Ausencia de sentimientos. Probablemente ocurre porque
hay demasiados sentimientos que
afrontar y permitir que se hagan todos conscientes sería muy desbordante;
así la persona experimenta la insensibilidad como una protección de su flujo de sentimientos.
SENSACIONES FÍSICAS
Estas sensaciones muchas veces se pasan por alto, pero juegan
un papel importante en el proceso
del duelo.
A veces
estas sensaciones físicas
preocupan a los supervivientes y van al médico a que les haga un
chequeo.
Algunos de los síntomas
que se presentan son:
·
Vació en el
estómago
·
Opresión en el pecho
·
Opresión en la garganta
·
Hipersensibilidad al ruido
·
Sensación de despersonalización: “camino calle abajo y nada parece real, ni siquiera
yo”
·
Falta de aire
·
Debilidad muscular
·
Falta de energía
·
Sequedad de boca
COGNICIONES
Ciertos pensamientos son normales en las primeras fases del duelo y generalmente desaparecen después de
un breve espacio
de tiempo. Pero a veces los
pensamientos persisten y desencadenan sentimientos que pueden producir una depresión o problemas de ansiedad.
Incredulidad. Suele ser el
primer pensamiento que se tiene
cuando se conoce una muerte,
especialmente la muerte
súbita.
Confusión. Parece
que no pueden ordenar sus pensamientos, que tienen dificultad para concentrarse
o que olvidan las cosas.
Preocupación. Se trata de una obsesión con pensamientos sobre el fallecido. A menudo incluyen
pensamientos obsesivos sobre cómo recuperar
a la persona perdida. A veces la preocupación toma la forma de pensamientos intrusivos o imágenes
del fallecido sufriendo o muriendo.
Sentido de presencia.
Es el equivalente cognitivo
de la experiencia de anhelo. La
persona en duelo puede pensar que el fallecido aún está de alguna manera en la
dimensión de espacio y tiempo de los vivos.
Alucinaciones. Tanto visuales como auditivas. Suelen ser experiencias ilusorias pasajeras y
generalmente no presagian una experiencia de duelo más difícil o complicado.
Por la mente de las personas
en duelo pasan ciertos pensamientos como “no puedo vivir sin ella/él”,
“nunca volveré a encontrar amor”.
Estos pensamientos pueden desencadenar sentimientos de tristeza y/o ansiedad muy
intensos pero normales.
CONDUCTUALES
Trastornos del sueño. Pueden
incluir dificultad para dormir y despertar temprano por las mañanas.
En los duelos normales se corrigen solos pero si el trastorno del
sueño persiste, puede indicar un tratorno depresivo más serio, que se debería explorar. Los trastornos del sueño pueden
simbolizar algunas veces miedos, incluso miedo a soñar, miedo a estar en la cama
solo/a
y
miedo
a no despertarse.
Trastornos alimentarios. Aunque se pueden manifestar comiendo demasiado o demasiado poco, comer poco es una conducta con más frecuencia.
Conducta distraída. Las personas
se pueden encontrar a sí
mismas actuando
de manera distraída y
haciendo cosas que al final les producen
incomodidad o les hacen daño.
Aislamiento social. No es extraño que las personas que han
sufrido una pérdida quieran aislarse del
resto de la gente. Es normalmente un fenómeno efímero y se corrige solo. El aislamiento social
también puede
incluir una pérdida de interés por el mundo externo,
como leer los periódicos o no
mirar la televisión.
Soñar con el fallecido. Tanto sueños normales como sueños angustiosos o pesadillas. Muchas veces
dichos sueños sirven a diversos propósitos como dar alguna clave diagnóstica sobre la situación de la persona en el curso de su duelo.
Evitar
recordatorios del fallecido. Algunas personas evitarán los lugares
o cosas que les provocan sentimientos dolorosos.
Cuando la persona en duelo se libra rápidamente
de todas las cosas asociadas
con el fallecido, deshaciéndose de ellas o haciéndolas desaparecer de cualquier manera posible, puede derivar
en un duelo complicado. Normalmente no es una conducta sana y muchas veces indica una relación muy
ambivalente con el
fallecido.
Buscar y llamar en voz alta. Está relacionado con esta conducta de búsqueda. No es extraño que alguien pueda llamar en voz alta a la persona
querida con un comentario asociado: “larry, larry. Por
favor vuelve conmigo”. Cuando no se hace verbalmente se puede hacer de forma subvocal.
Suspirar. Es un correlato cercano
a la sensación física de falta
de respiración.
Hiperactividad desasosegada.
Llorar. Ha habido interesantes especulaciones sobre el potencial valor curativo de las lágrimas. El estrés
produce un desequilibrio químico en el cuerpo, y
algunos investigadores creen que las lágrimas se llevan las sustancias tóxicas y ayudan a restablecer la homeostasis. Hipotetizan
que el contenido químico de las lágrimas producido por el estrés emocional es diferente del de las lágrimas secretadas
como
causa de irritación
de los ojos. Se están realizando
pruebas para ver qué tipo de catecolaminas
(sustancias químicas que alteran el estado de ánimo producidas por el
cerebro) están presentes en las
lágrimas emocionales. Las lágrimas alivian el estrés emocional, pero cómo lo hacen es
todavía una incógnita. Es necesaria
más investigación sobre los efectos nocivos, si existe
alguno, de contener el llanto.
Visitar lugares o llevar consigo objetos que recuerdan
al fallecido. Es lo opuesto de la conducta
de evitar los recuerdos de la persona. Muchas veces destacar esta conducta refleja el miedo a olvidar al
fallecido.
Atesorar objetos
que pertenecían al fallecido.
Una misma persona no experimentará todas estas reacciones. Es importante que los asesores que trabajan en duelo entiendan el amplio rango de conductas que abarca el duelo normal y no patologicen aquello
que debería ser reconocido como normal. Sin embargo, si estas experiencias persisten durante
mucho
tiempo en el
proceso del duelo pueden ser indicadoras
de un duelo más complicado.
Duelo y
Depresión
Muchas de las conductas
normales en un duelo pueden parecer iguales a las manifestaciones
de la depresión.
La depresión
o “melancolía” es una forma patológica de duelo y es muy parecida al duelo normal pero
con ciertos rasgos característicos propios, los impulsos de enfado hacia la
persona querida de manera ambivalente se dirigen hacia dentro de uno mismo. (Freud en “Duelo y
melancolía”).
Muchas depresiones las producen las pérdidas,
ya sea inmediatamente después de las mismas
o algún tiempo después cuando el
paciente las recuerda.
(Klerman). La depresión
puede servir también como
defensa frente al duelo. Si el enfado se dirige hacia sí
mismo, se desvía
del fallecido y esto evita que
el superviviente se tenga que enfrentar a los sentimientos ambivalentes hacia el
fallecido (Dorpat).
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